Sentir el interior
atravesando la materia
El primer concepto que tenemos que tener claro es que no sólo somos un cuerpo, sino que somos mucho más que no nos paramos a contemplar.
Somos cuerpo, mente y alma.
Un cuerpo que enferma y envejece por el paso del tiempo, una mente que no para de tener pensamientos y llenarnos la vida de constantes distracciones y un alma que nunca escuchamos, simplemente por el hecho de no ser consciente de que existe.
Todo esto hace que nuestros campos energéticos no vibren en nuestra frecuencia natural y se llenen de baja vibración, se creen densidades y no nos deje avanzar sin poder darle un sentido lógico.
Ya que todo esto al principio nos parece escapar de la lógica, cuando en verdad es mucho más sencillo de lo que nos creemos. Tener una conexión completa con el cuerpo, con la mente y con el alma haría que no enfermase nuestro cuerpo físico, ese que hemos escogido en esta reencarnación para poder experimentar lo maravilloso que es vivir en un sitio donde lo material se hace tangible.
No sabemos, ni apreciamos la suerte que tenemos de vivir en el aquí y en el ahora.
Por eso, hay que limpiar nuestra aura, dejar que todas esas energías densas que no nos permiten avanzar se liberen y con ello liberen nuestros hogares. Ya que pasamos mucho tiempo en nuestra casa, o en nuestro lugar de trabajo, y es en esos espacios donde se acumulan esas energías y aunque nosotros estemos con la frecuencia elevada, si entramos o pasamos mucho tiempo en un lugar con energías densas, al final nuestra vibración baja y nuestro estado de animo con el.
Un ejemplo sencillo para poder darle mas sentido a todo esto es el hecho de despertar cada nuevo día. Cuando te levantas muchos días te sientes feliz, notas tu cuerpo descansado todo está en paz y en calma, pero de repente suena el despertador, el ruido del vecino y la alarma interna se pone en marcha, dando mensajes de agobio a la cabeza con miles de tareas interminables, te cae el peso de las obligaciones y tu energía y todos tus campos energéticos cambian de vibración.
A eso mismo me refiero con que hay que cuidar la paz interior, tener un espacio energético con alta vibración, sin nada que nos influya en nuestro campo emocional.
Para ello se realizan las limpiezas energéticas, para poder poner en orden todo aquello que se a ensuciado con el trajín del día a día, saber buscar un espacio, tu templo, para la reconexión diaria con tu ser, mirarle, honrarle y sonreírle de nuevo sin dejar que nos afecten los problemas para distraernos de nuestro sentir.
Se que no siempre es fácil, y que la vida tiene obligaciones y deberes, pero no hay que olvidarnos de prestarnos atención en cada día, aunque sean cinco minutos pero que sean únicos y tuyos, tu espacio personal para la paz del reencuentro con el Ser.
Realizo limpiezas energéticas a personas y a lugares para poder liberar el peso y hacer que la vibración se mantenga en un estado natural, dentro del orden de transformación de cada persona.
Las limpiezas a lugares se pueden realizar a distancia, para así sanar todo aquello que haya quedado anclado, al igual que los seres desencarnados, que a veces se quedan atrapados en estancias sin saber salir de ellas. Yo puedo darles paz y llevarlos a su lugar de origen para que puedan continuar con su experiencia de alma, sin que queden anclados en su pasado.
