La tierra ha tenido que pasar por un letargo para poder comprender la densidad de la materia separando así el sagrado femenino del sagrado masculino.

La densidad hizo que el masculino cogiera una carga impuesta anulando el conocimiento ancestral que poseen las mujeres en su interior, pues en la fuente de su gestación hace brotar el amor en cada poro de su piel. Por eso ahora toda mujer debe recoger su poder, alzar a su diosa interna olvidada en su letargo y emerger de su divinidad. Toda mujer que sana corta patrones heredados, haciendo que sus ancestras cobren vida por el sometimiento que tuvieron que trascender.  El ritmo de la vida se acelera cogiendo el impulso para volver a la unidad, para equilibrar femenino y masculino en un mismo eje. Dejando atrás esa división que nos hicieron, arrancándonos de la verdad, pues todos somos seres habitando las dos energías para poder Ser en la verdad. Sanar significa que algo esta incompleto y no podremos hacerlo hasta que nos rindamos a la unión, la integración de las dos partes de un mismo Ser. Cuando una mujer sana recupera la armonía expandiendo así sus ondas a todo el planeta. El hecho de que estés trabajando de forma consciente en tu propia sanación es al mismo tiempo, algo muy valiente y admirable, por el simple hecho de hacerlo ya eres una líder.

Gracias por ello, te honro hermaga. 

Un abrazo de Luz.

 

Jessica 💜

·El Lenguaje del Alma·

 

 

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