Sientes enfado, rabia, tristeza, injusticia, y una sensación de densidad que aflora y no sabes de donde viene? Y además, sientes un impulso de proyectarlo hacia afuera, en la pareja, en la familia, amistades o trabajo? Sientes menos conexión y te cuesta mas esfuerzo en encontrar tu equilibrio?
Es posible, que te estén afectando las energías entrantes de Orion.
Todo es cíclico en el universo, todo vuelve para poder ser resuelto, y ahora, nos hemos adentrado en un espacio tiempo que nos conecta con estas frecuencias.
Nuestro universo, es una maquinaria perfecta, la cual va teniendo sus ciclos y sincronías, al igual que la maquinaria de un reloj suizo. Siendo cada galaxia, una rosca del engranaje, en la cual estamos manifestados en constante movimiento, transformación y sincronía, en la que coincidimos en las vueltas, giros y ciclos con diferentes sistemas, recibiendo sus energías entrantes.
Las de Andrómeda, Sirio, Pléyades, Arcturus, Alfa Centauris, Antares, Orión,…
Vamos conectando y sincronizándonos con los aspectos galácticos que tenemos próximos. Y desde unos pocos meses atrás, nos hemos adentrado directamente con una frecuencia que nos llega de ORION.
Y justamente se está intensificando estas últimas semanas, y tenemos que tener en cuenta que dentro de nosotros existe una memoria celular multidimensional y cuántica. Por lo que cuando esta frecuencia penetra en nosotros, esa memoria celular se activa reactivando los sentimientos que guardábamos por aquel entonces.
¿Y qué es lo que nos llega de Orión?
Es la memoria de la guerra, del conflicto, de sentir rabia, de sentir rechazo hacia afuera, hacia el exterior.
Esta memoria celular que se ha activado nos empuja a mirar afuera, pues de afuera vino este conflicto y un sentimiento que no podemos identificar.
Y ese sentimiento denso que aflora de nuestro interior, como no lo identificamos, generalmente lo proyectamos hacia algo externo o alguien.
Y así es como nuestro mental nos termina distorsionando nuestra realidad. Nos crea conflictos y enemigos por todas partes. Incluso nos hace sentirnos enemistados con la vida misma.
Estas memorias las venimos lastrando desde aquella época, y nos trae el recuerdo de la injusticia que vivimos, y comenzamos a sentirnos invadidos por una gran densidad, y es por todo aquello que experimentamos durante la gran guerra de Orion.
Y claro, en realidad fue una invasión que vino de afuera. Por eso la memoria celular, de una manera inercial nos empuja a mirar afuera.
Pero tenemos que comprender que en el fondo esa memoria es algo que nosotros mismos, cada uno de nosotros, llevamos en nuestro interior. Y permanecerá latente hasta que podamos abrazarla, y soltarla.
En el fondo, es una gran oportunidad de liberación que se nos da, pero es como una arma de doble filo. Por lo que debemos ser conscientes y saber observarnos.
Por un lado, se nos complica porque es algo que nos empuja a mirar afuera y nos saca del centro, y debemos realizar un sobre esfuerzo para reenfocarnos en nuestro interior. Pero al mismo tiempo es la gran oportunidad para poder liberar un sentimiento que nos aprisionó en la narrativa de los hologramas que hemos estado vivenciando durante miles de años.
Y es que debemos dejar salir todo aquello que aflore de nuestro interior. Las emociones son un préstamo de la tierra, con las que podemos llegar a tener una mejor comprensión de las heridas del alma que debemos transmutar, para poder evolucionar.
La manera de hacerlo, será buscando un centro, dejar que afloren, situándonos en un plano intermedio, entre el sentir y observar. Que se manifiesten y que sigan su cauce, como el rio de las emociones que deben salir hacia afuera, sin envolvernos demasiado, pues cuando lo hacemos, nos termina arrastrando la corriente con ellas.
Y así, siendo mas conscientes de lo que nos sucede, nos será mucha mas fácil transitar esta etapa de recuerdos, sentimientos encontrados y liberación del Ser.
No lo olvides, No te olvides.
Jessica y Gorka 💜💜
Te acompañamos a tu reencuentro
·El Lenguaje del Alma·
