Nuestra mente nos paraliza, pues siempre nos dualiza limitándonos, intentando hallar la respuesta correcta haciendo que, nos alejemos de nuestro sentir, de lo que realmente somos.
Al separarnos y dualizarnos, vivimos una incoherencia entre lo que sentimos, pensamos y acabamos haciendo, y así es cuando finalmente acabamos enfermando.

Y cuanto más grave es la enfermedad, más peleamos contra ella, más luchamos contra queriendo ganarle la «batalla».
Sin darnos cuenta, que esa es la verdadera incoherencia.

Batallar contra nuestro sentir
declarando la guerra, para comenzar la lucha, no tiene sentido.

Si vivimos en el olvido, en la dualidad, nuestro Ser no tendrá otra forma de hablarnos, de decirnos, que atendamos todas esas heridas que nos están desgarrando internamente.

Nuestro alma no puede hablarnos porque no nos permitimos sentirnos.
Y su forma de hacernos ver lo que ocurre, de que nos atendamos, es enfermando una parte de nuestro cuerpo, indicándonos qué emoción no trascendida debemos atendernos.

Debemos dejar de ver la enfermedad como tal, ya que por nuestras creencias y por todo el poder que poseemos de materializar lo que pensamos, somos quienes acabamos convirtiendo algo tan bonito, como una llamada de atención desde lo mas profundo de nuestro sentir, en enfermedad.

La enfermedad no es enfermedad, es un grito de auxilio de nuestro Ser, pidiendo que atendamos esa parte nuestra que está herida, o que de alguna forma, no hemos conseguido darle salida.

Deja de vivir en el olvido y comienza a hacer las paces con tu interior.
Hablo el lenguaje de tu alma y puedo ver el origen de los conflictos no te dejan sanar.

Si quieres dejar de luchar con tu cuerpo, para hacer las paces y comenzar a sanar, te acompaño.

Jessica  💜

·El Lenguaje del Alma·