La vida, esa montaña de emociones con altos y bajadas cómo si de una atracción se tratase.
Y es que para poder subir, tienes que haber bajado.
O cómo siempre os digo, para aprender andar antes tuviste que saber que te podías caer.
Porque si no caes, o tropiezas, nunca sabrás, cuántas veces puedes levantarte para continuar el vuelo a tu libertad.
Por eso, quiero que nunca te rindas ante un fracaso, quiero que cojas el impulso del aprendizaje que te ha regalado la vida, para descubrir tu transformación.
El fracaso es una parte esencial de la vida, sin fracaso, no aprendes y sin aprendizaje no hay cambio.
Si estás dispuesto a dar el paso a tu verdadera transformación te acompaño y guío en todo tu proceso.
No esperes más, no lo olvides, no te olvides.

mayo 21, 2025
Hay días en los que el cuerpo pesa más, como si algo dentro estuviera removiéndose con fuerza. No es casualidad.