La vida duele, no es nada nuevo y no lo vamos a negar.
Pero el sufrimiento, la pena y el anclaje del dolor es algo a lo que nos aferramos para no dejar marchar. Por si no me conoces, te diré que he pasado muchos años resistiéndome a soltar ese dolor que me mataba en vida. De hecho, hubo una etapa de mi vida que me quedé sin andar, aferrarme a ese dolor sólo empeoraba mi situación. La incapacidad de sentir mi pierna, se sumaba al enfado y a la frustración de la falta de comprensión. Lo que más me mataba era el no saber que me había sucedido y si volvería a recuperarme, me centraba en un futuro incierto rechazando un presente que era mi realidad.
Y es lo que ocurre:
Que nos centramos en evitar vivir lo que debemos sanar, convirtiendo ese dolor en un sufrimiento constante sin pasar a la acción. Nada que tú no hagas, cambiará. Eso lo aprendí a base de aprendizajes, nadie hará por ti lo que tu no hagas por y para ti. Te pueden acompañar, facilitar el recorrido, pero si uno no quiere, es imposible soltar el sufrimiento. Yo me cansé del dolor y de sufrir y ahora acompaño a todo aquel que quiere sanar su vida, encontrando la calma y el equilibrio. No es un camino fácil, pero es plantar cara a la vida y exprimirla al máximo. ¡Porqué si yo he podido, tú también puedes! Si estas cansado/a de sufrir, te acompaño a comprender tu dolor, devolviéndote todo el amor que eres.
Un abrazo de Luz. ✨
Jessica 💜
·El Lenguaje del Alma·