Somos aquello que creamos.
Cuando venimos a la tierra y reencarnamos en un cuerpo físico, escogemos muy bien cual va a ser nuestro núcleo familiar.
Nuestros ancestros, nuestras raíces, marcarán desde el inicio de nuestra existencia, patrones perfectamente escogidos por nuestro alma.
Es un pacto creado entre las almas, desde el amor incondicional y por la creencia limitante a la fidelidad, aunque nos destruya.
La familia siempre saca lo mejor y lo peor de nosotros. Inevitablemente saben donde pincharnos para alterar nuestro centro, pues la herida primigenia se mostrará allí donde habita el amor.
Por eso siempre es necesario hacer revisión de nuestra infancia, pues es el primer activador de las máscaras del adulto.
Al final no dejamos de ser la inocencia encarnada en un baile de egos.
Debemos comprender el pasado para poder dar Luz a un presente desordenado, y tan sólo asi, conseguiremos el equilibrio que tanto buscamos.
Somos un laberinto de emociones,
una rueda de patrones y programas
por descodificar.
Solo podremos sanar nuestra existencia volviendo al amor con el cual decidimos encarnar.
Honremos nuestros ancestros, pues ellos no tuvieron culpa de perderse en la rueda kármica y sanemos nuestro legado, pues la nueva era debe despertar.
Ámate cuando no te comprendas,
pues será cuando más te necesites.
Si quieres comenzar a aprender a amarte, te acompaño al viaje más intenso de tu vida, tu liberación.
Gracias por Ser, gracias por estar, gracias por permitirte amar.
✨Ilustración de Pinterest, si conoces al autor avísame 🙏🏻
Jessica 💜
·El Lenguaje del Alma·