Los humanos tendemos a crearnos personajes inconscientemente y al final, hacemos ese papel porque creemos tener la necesidad de ser así.

El eterno salvador, es esa persona, que todos hemos sido en algún momento, con la necesidad de que todos estén bien.

Una emoción intrínseca en la cual debes anteponer tu vida por salvar a los demás. Ya que sabes y observas cómo el otro se hace daño y llevas una necesidad de salvarla, para corregir su camino y que así no sufra.

El papel del salvador, es dañino.
Además por ambas partes.

Ya que, con uno mismo, dejamos de Ser, para convertirnos en un bombero apagando los fuegos que el otro se incendia. Dejamos nuestra esencia en manos del otro, para que no se equivoque, que no falle y pueda curarse y salvarse de su propia herida.

Haciendo eso, nos olvidamos de nosotros mismos, dejando todo por y para.
Dejando a un lado toda nuestra esencia con la única misión, de que el otro sane aquello que no es capaz de ver.

Y es que el papel del salvador nos ciega dejándonos sin ver, si el otro quiere ser salvado o no. Y todo ello lo hacemos por nuestro miedo, nuestro ego y por querer evitar aquello que el otro se niega aceptar.

No podemos salvar a nadie que no quiera ser salvado. Ya que sólo podremos acompañar a mostrar el camino que cada uno debe recorrer, pues si no, el sentido de la vida sería muy diferente.

Aceptar esta lección es muy difícil, ya que es acompañar en amor, a todos los seres que queremos, sin intervenir en su libre albedrío. Respetando así el amor incondicional de la fuente universal.

Si sientes que llevas una vida apagando los fuegos de los demás, necesitas saber que es un desgaste extra que no te corresponde.

No puedes, ni debes continuar así.
Deja el papel de salvador y empieza a vivir acompañando desde el amor.

El cambio está en ti, si no eres capaz de salir de esa espiral en la que te encuentras, déjame un mensaje y te acompañaré a sanar tu existencia.

Que tengas un bonito día, bello Ser.

Jessica  💜

·El Lenguaje del Alma·

 

 

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